Érase una vez... la ciruela
Creciendo en estado salvaje en tierras americanas y asiáticas, las ciruelas fueron cultivadas por primera vez por los Etruscos, (hoy Toscana). Los Romanos y los Egipcios apreciaban este pequeño fruto sabroso, que ellos secaban ya.
En el siblo XII, los Cruzados de regreso de una expedición infructuosa en Damasco, trajeron con ellos cepas de ciruelos, atrayéndose las burlas: "¡ir a por ciruelas!",célebre expresión francesa que significa “ir por nada”.
En el Renacimiento, la ciruela conoce un gran éxito. La Claudia Reina fue bautizada así en homenaje a la esposa de Francisco 1º, Claudia de Francia, hija de Ana de Bretaña, a la que le chiflaban.
Hoy día, existen unas 2.000 variedades en el mundo.
Francia es el 4º productor mundial. El mercado se concentra alrededor de una decena de variedades, que se acostumbra a clasificar por colores: verdes, amarillas, azules o rojas.